lunes, 23 de enero de 2012

En búsqueda de empleo - 8º día de la nueva era.



La recepción del Cv.

Una sonrisa siempre es de agradecer


          Hoy me han vuelto a conmover las caras de circunstancia con las que te mira la gente cuando recoge tus currículos. Pues pese a la casi, y repito, casi certeza de que no va a valer absolutamente para nada, te los recogen, introduciendolos sucesivamente en esos enormes cajones, donde carita, tras carita, se van depositando uno, encima de otro, como estorbándose, como molestándose por recoger un nuevo miembro del club, sin saber que todos ellos irán nuevamente a la papelera en el corto transcurso, de varios días, sin remisión.

        Pero lo que mas me ha llamado la atención es cuando quien te lo recoge, con una mirada cabizbaja, sin intentar sostener la tuya, como disculpándose, te comenta que no tengas cuidado, que aunque la cosa esta mal, le echaran un vistazo.

       - No te preocupes - Les suelo decir - La culpa no es tuya, y siempre son bienvenidas unas palabras de aliento y comprensión.-

        Porque...y esto lo pienso para mis adentros- "Quizás mañana seas tu, quien se vea en esta triste tesitura, y el trato que hayas dispensado al centenar de personas que se hayan pasado por la empresa donde tu trabajabas en estos tiempos adversos, sea el mismo que te agradará recibir"

          En el mejor de los casos, porque en otras, las miradas son de desprecio Por el tiempo tan importante que les estas arrebatando para continuar con el triple de trabajo que tiene ahora, por la mitad del sueldo de antes, y no ven frente a ellas o ellos, una persona dignamente buscándose la vida, sino un obstáculo impertinente que no le permite acabar su tarea. ( Las menos, menos mal, todo hay que decirlo )

         Salgo. Me vuelvo a calar la gorra, en las puertas de la ultima empresa cuando me asomo a la calle, le sonrió al sol que ilumina la mañana y pienso...

        ¡ Me voy a correr!

        Que expulse esta rabia, la rabia que produce estar inmerso en algo que todo el mundo odia y que nadie de tu entorno cercano te puede rescatar, pese a las buenísimas intenciones que pululen a tu alrededor.

        Y me hice casi 13 kilómetros, y no veáis que a gusto me quede.

        No desfallecer, esto es así, y pese a todo, cada día me noto más fuerte, y curiosamente agradecido por las serie de experiencias que estoy recopilando en esta extraña situación. No, no quiero decir que este ilusionado por que esta fase de mi vida se prolongue para seguir recogiendo nuevas situaciones, ¡ no por Dios! , pero ya que estamos, saquemos lo positivo de esto, que seguro que lo tiene. Y aunque alguien piense que soy un iluso,  yo lo veo así.

        Dicen que lo que no mata engorda... !joder! como me voy a poner de "tremendo"....jajaja.


        Mañana más .........Ah! Si sabeís de un curro, sea lo que sea, no dudeís en decírmelo. Gracias !!!
        

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